Caldo de huesos

Cookinero 23 febrero 2025

Es increíble, pero cierto: el caldo de huesos es un éxito absoluto en el menú de un estilo de vida saludable. La razón es su alto contenido en minerales, aminoácidos, colágeno y gelatina. Además, los caldos de huesos mejoran la calidad del sueño y la función cerebral. Así que es hora de dejar de lado el aguacate y otros superalimentos y preparar un caldo abundante. El proceso de cocción es largo, pero no requiere mucho esfuerzo.

Cómo cocinar Caldo de huesos

Paso 1

Caldo de huesos

Coloque las verduras cortadas en trozos grandes y los huesos en el horno durante 10-15 minutos. Los productos deben estar bien dorados.

Paso 2

Caldo de huesos

Colocar los huesos en una cacerola, cubrir con agua fría, agregar sal y colocar a fuego medio. Cuando el caldo empiece a hervir, retiramos la espuma con una espumadera y reducimos el fuego al mínimo. Cubre la sartén con una tapa, dejando un espacio para que escape el vapor.

Paso 3

Caldo de huesos

Después de 2 horas, agregue las verduras y la raíz de perejil. Tapar la cacerola con el caldo y dejar cocinar a fuego lento durante 1 hora más. Luego añadimos la pimienta, el laurel y retiramos del fuego. Deje reposar el caldo durante 15-20 minutos.

Paso 4

Cuele el caldo terminado a través de un colador fino y úselo.

Caldo de huesos - Preguntas frecuentes sobre ingredientes, tiempo de horneado y almacenamiento

Sí, puedes usar huesos congelados, pero es mejor asarlos primero (como en el paso 1) para realzar el sabor, incluso si están descongelados o parcialmente congelados.
Puedes usar chirivía, apio nabo o una zanahoria extra como sustituto de la raíz de perejil para mantener un perfil de sabor terroso similar.
Guarda el caldo de huesos enfriado en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 5 días. Para almacenarlo por más tiempo, congélalo.
Para una versión vegetariana, usa vegetales robustos como champiñones, cebolla y zanahoria, y cocina a fuego lento con algas o miso para profundidad, omitiendo los huesos por completo.
¡Claro! Después de asar los huesos y vegetales (paso 1), agrégalos a una olla de cocción lenta con agua y cocina a fuego bajo por 24 horas para un caldo más rico.
Evita hervir demasiado fuerte; un hervor suave (como en el paso 2) y retirar la espuma temprano ayuda a mantener el caldo claro.
Congela en porciones más pequeñas usando moldes para hielo o recipientes de 1 taza para facilitar su uso. Deja 1 pulgada de espacio para la expansión.
¡Sí! El tomillo, romero o salvia combinan bien, pero agrégalos en los últimos 30 minutos para evitar un sabor amargo.
Reduce los vegetales altos en carbohidratos (como zanahorias) y enfócate en apio, cebolla y hierbas. Los huesos aportan la mayor parte del sabor sin carbohidratos.
Úsalo como base para sopas, guisos o risotto, o tómalo solo como una bebida nutritiva. También añade profundidad a salsas y gravies.

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