Quiche de pescado rojo y blanco
Una tarta muy sabrosa que solo gana en sabor tras pasar la noche en la nevera. Te aconsejo que lo pruebes tanto templado como frío y elijas la opción que más te guste.
Ingredientes
- 200 g de filete de pescado rojo (tuve salmón rojo), cortado en trozos pequeños
- 200 g de filete de pescado blanco (bacalao, dori...), cortado en trozos pequeños
- 100 g de nata (10%) o leche desnatada
- 3 huevos
- manojo pequeño de hierbas, cebolla y eneldo, finamente picado
- sal, pimienta al gusto
- un poco de mantequilla para engrasar
- 200 g de harina (yo uso harina de trigo de 1º grado)
- 2 cucharadas agua fría
- calle 1,5 yo jugo de lima o jugo de limon
- 100 g de mantequilla fría, cortada en trozos
Cocinando
Paso 1
Mezcle todos los ingredientes para la masa en una licuadora en el modo "pulso". Trate de trabajar rápidamente para que la masa no se sobrecaliente. La masa se convertirá en migas, que deberían juntarse fácilmente en una bola. Si esto no sucede, agregue un poco más de agua fría (literalmente, una cucharadita). Envuelva la bola de masa en film transparente y refrigere durante al menos media hora. Es conveniente hacer una masa de este tipo por la mañana para preparar la cena por la noche.
Paso 2
Precalentar el horno a 180 grados. Engrase con mantequilla una fuente para horno redonda de paredes altas. Estirar la masa y ponerla en la forma. Pinchar todo con un tenedor. Metemos en el horno durante 15-20 minutos. También puede diseñar la masa en una forma diferente. Pellizque trozos pequeños de la masa, aplánelos y colóquelos en el fondo del molde, conectándolos con los dedos. Entonces no se necesita el rodillo. Los bordes se pueden recortar muy bien con los dientes de un tenedor.
Paso 3
Mientras se hornea la masa, preparar el relleno. Batir bien los huevos con la nata. Agregue sal, pimienta y hierbas y vuelva a batir.
Paso 4
Saca el molde del horno. Ponga el pescado rojo y blanco, mezclándolos y vierta la mezcla de huevo cremoso. Metemos en el horno durante unos 40 minutos. El relleno debe quedar tierno, pero dejar de ser líquido. A medida que se enfríe, se espesará aún más. La parte superior no debe dorarse demasiado.