Compota de fresas y grosellas
La compota de fresas y grosellas es un verdadero regalo, saludos desde el caluroso verano. Eso sí, lo ideal es utilizar bayas recién cogidas, de verano, directamente del monte. De acuerdo, ¡tienen un aroma insuperable y un sabor pronunciado! Por lo tanto, la compota de ellos resulta simplemente mágica, refrescante con una agradable acidez, que gusta a todos los que la han probado. Por cierto, si sigue la figura, no dude en reducir la cantidad de azúcar, especialmente porque la receta no prevé el almacenamiento a largo plazo de la bebida. ¡La compota de fresas y grosellas merece la pena prepararla y beberla enseguida, disfrutando y soñando sinceramente que “el verano nunca acaba”!
Ingredientes
Porciones 20- azúcar - 400-500 g
- agua potable - 2 l
- fresas pequeñas - 2 kg
- grosella roja - 1 kg
Cocinando
Paso 1
Preparar almíbar para compota de fresas y grosellas. Vierta el azúcar en una cacerola y llénela con agua potable. Poner a fuego medio y, revolviendo, llevar a ebullición. Hervir 5 minutos.
Paso 2
Prepara fresas y grosellas. Clasifique las fresas, pele, lave y seque, colocándolas sobre una toalla de papel. Clasifique las grosellas, separando las bayas de las ramitas. Lavar y secar.
Paso 3
Coloque las bayas preparadas en un tazón. Vierta el almíbar caliente y deje hervir a fuego lento. Hervir 2 minutos. Cierra la tapa y deja en la estufa durante 15 minutos.
Paso 4
Dejar enfriar la compota de fresas y grosellas. Vierta en vasos, extendiendo las bayas sobre ellos. Se puede servir en la mesa con cubitos de hielo.