El glaseado de chocolate blanco es una pizarra en blanco en el mundo de la confitería. Puedes hacer lo que quieras con él. Incluyendo colorearlo en diferentes colores, algo que no se puede hacer con el clásico glaseado de chocolate negro o con leche. El ámbito de aplicación es igualmente diverso: cupcakes, tartas, pasteles e incluso dulces caseros.
Paso 1

Picar el chocolate en un bol. Pon la nata a hervir y añádela al chocolate. Mezclar bien hasta que quede suave. Añade la mantequilla ablandada y revuelve nuevamente hasta que quede suave.
Paso 2

Coloque el glaseado de chocolate blanco preparado en el refrigerador durante 10-15 minutos.