Estamos acostumbrados a comer albóndigas perezosas con azúcar y crema agria o leche condensada. ¡Pero no hay opción menos deliciosa y saludable!
Picar finamente los tomates en aceite. Picar el perejil. Triturar, pelar y picar el ajo. Ahora picar todo junto.
Mezcle el requesón con hierbas, ajo y tomates, una cucharada de aceite de tomate, sal y pimienta hasta que quede suave. Agregue la sémola y la harina, mezcle lo mejor posible. Debes tener una masa que no se pegue a tus manos. Divide la masa en 5 partes.
Mojando las manos en harina, enrolle cada pieza en una salchicha de 2 cm y colóquela sobre una tabla enharinada. Cubra con film transparente y refrigere durante al menos 1 hora, hasta 12 horas.
Hervir agua en una cacerola grande, sazonar con sal. Sumerja el cuchillo en agua hirviendo, corte trozos de salchicha de requesón y tírelos al agua. Las albóndigas perezosas están listas cuando flotan.
Engrasa el fondo de cada plato con mantequilla. Retire las albóndigas con una cuchara ranurada en platos, sazone con más aceite, espolvoree con queso parmesano y sirva.