La menta es un complemento agradable para el té negro o verde, haciendo que su sabor sea más suave. Se cree que la menta tiene un efecto calmante y relajante, por lo que las bebidas que la contienen son buenas para tomar antes de acostarse o después de un día duro. Recomendamos añadir menta fresca al té, pero la bebida queda igual de buena con menta seca.
Paso 1

Arranca unas hojas de menta de una ramita y colócalas en una tetera tibia. Coloque 1 cucharada de hojas de té en un colador.
Paso 2

Vierta agua hervida a 80-90 °C en la tetera, cierre la tapa y déjela reposar durante 5-7 minutos.
Paso 3

Vierta el té con cuidado en las tazas.