Inicialmente, el calabacín se cultivaba como planta ornamental: lo más destacado eran sus flores grandes y hermosas. Pero rápidamente se dieron cuenta de que el fruto del calabacín es comestible. Existen multitud de recetas de calabacín, sobre todo para relleno. Relleno de carne, hierbas, verduras o, como en nuestro caso, requesón, que combina bien con este producto, lo hace más brillante, más interesante y más sabroso.
Paso 1

Freír la cebolla y el ajo en aceite de oliva caliente hasta que estén dorados. Añade el tomate seco y fríelo durante 2 minutos más.
Paso 2
Añade el bulgur preparado a la sartén y fríe todo junto, revolviendo, durante 5 minutos, agrega sal y pimienta.
Paso 3

Añade el queso crema a los ingredientes y mezcla bien.
Paso 4

Rellenar los calabacines con la mezcla resultante, espolvorear con queso rallado y meter al horno durante 10-15 minutos.
Paso 5

Servir el calabacín caliente.