El cordero tiene un alto contenido de proteínas y un contenido de colesterol relativamente bajo, lo que lo convierte en un plato dietético en comparación con el cerdo. La gran cantidad de lecitina, que regula la producción de insulina, hace del cordero un producto necesario para las personas con diabetes tipo 1.
Paso 1

Calentar una sartén con aceite vegetal. Freír el cordero por ambos lados.
Paso 2

Añade tus especias favoritas.
Paso 3

Añade un poco de agua, sal al gusto y cocina a fuego lento hasta que se evapore el exceso de líquido.
Paso 4

Servir adornado con hierbas.