Enjuague la acedera, vierta con agua hirviendo, pique, enfríe y congele en el refrigerador. Coloque la acedera congelada en partes en una licuadora, agregue la yema, bata. Añadir 20 ml de nata y seguir batiendo hasta obtener una masa homogénea.
Colocar la masa de acedera en un recipiente de congelación e introducir en el congelador para que adquiera la consistencia necesaria para dar forma al helado.