Coloque las grosellas negras congeladas en una cacerola pequeña y agregue el azúcar. Llene todo con agua fría limpia. Coloque la sartén sobre el fuego.
Remueve hasta que el azúcar se disuelva total o parcialmente. Cuando el agua de la cacerola hierva, reduzca el fuego. Cuece la compota durante 10 minutos a fuego lento.
Retire la compota terminada del fuego y cúbrala con una tapa. Déjalo reposar durante 30 minutos. Si lo desea, espere hasta que la compota se haya enfriado completamente. Vierta la compota en vasos. La compota de grosella negra está lista.