No se sabe cuál de ellos es más importante en este plato: daikon, un pariente cercano del rábano, un tubérculo grande con una piel blanca y suave o caviar rojo. Combinan de maravilla y sorprenden a todos los comensales: ¡¿Por qué no pensamos en un plato así antes?!
Corta el daikon en tiras delgadas y anchas en forma de fideos con un cuchillo para pelar.
Sumerja los fideos vegetales en agua caliente con jugo de limón y sal durante 30 segundos. Sacar, secar sobre papel toalla.
Haz nidos de fideos. Poner el caviar en el centro, decorar con una hoja de menta. Servir.