¡Muy soleado con la miga de pan más delicada! ¡Complace a tus seres queridos con este milagro!
Por la tarde hacemos una masa nocturna, mezclamos todo y lo ponemos bajo una película a temperatura ambiente durante 10-12 horas.
Por la mañana, añadir puré de calabaza a la masa que ha surgido (hornear la calabaza en rodajas en papel de aluminio y batir con una batidora) + 2 g de levadura prensada disuelta en 50 ml de agua tibia hasta el tope y harina tamizada tanto que la masa se pega ligeramente a las manos.
Enrolle la masa en una bola y deje que suba durante 30 minutos, luego haga un plegado y otros 40 minutos para que suba.
De la cantidad total de masa separamos un trozo pequeño (60-70 g). De la masa formamos un pan y una pequeña bola. Tomamos un vaso, engrasamos el fondo con aceite vegetal, hacemos un hueco en el pan (hasta el fondo) e insertamos una pequeña bola. Espolvorear con un poco de harina y dejar leudar bien. Antes de plantar en el horno, hacemos cortes.
Precaliente el horno con anticipación con una bandeja para hornear o una piedra para hornear a 240 ° C. Arrastramos nuestro pan y horneamos durante 10 minutos con vapor, luego reducimos a 200°C y horneamos otros 20 minutos, enfriamos sobre una rejilla. ¡Disfrutar!