Este es un bocadillo inusual, abundante y sabroso. A ella le gustan hasta los niños.
Lleve la pulpa de pan ciabatta a un estado crujiente en una sartén. Pelar el tomate, cortarlo en dados, sazonar con sal y aceite de oliva.
Golpee los piñones y la ciabatta en una licuadora hasta obtener migas muy finas.
Mezclar los piñones, dos tercios del pesto y los picatostes, y rebozar la mozzarella en la mezcla resultante.
Coloque los tomates, el pesto restante, la rúcula y la mozzarella en un plato. Decora el plato con microhierbas.