
Rallar el queso con un rallador fino.

Tamiza la harina con el polvo para hornear en un recipiente hondo, agrega el azúcar, la sal y los trozos de mantequilla congelada. Triturar todo el contenido hasta obtener migas.

Añade el queso, el romero y la leche y revuelve.

Añade aceitunas picadas al azar a la masa casi terminada.

Remueve nuevamente hasta que el relleno esté distribuido uniformemente.

Enrolle la masa como si fuera una salchicha, envuélvala en film transparente y póngala en el congelador durante 15 minutos.

Saque la masa congelada del congelador, córtela en círculos de 1,5-2 cm de grosor y colóquela en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Colocar en un horno precalentado a 180°C para hornear durante 30-40 minutos hasta que esté listo.

Retire las galletas del horno, déjelas reposar a temperatura ambiente durante 5 minutos y transfiéralas a un plato.