Al lado de un mejillón, hasta un grano de arena se convierte en una perla, qué decir de un almuerzo o una cena, que se transformarán por completo con la aparición de este marisco. Los mejillones en salsa cremosa de ajo se pueden servir como plato independiente o con una guarnición, por ejemplo, con arroz o pasta.
Paso 1

Calentar el aceite vegetal y la mantequilla en una sartén y freír en esta mezcla el chile, la cebolla y el ajo.
Paso 2

Añade los mejillones y el vino, tapa la cacerola y deja cocinar a fuego lento durante 1 minuto.
Paso 3

Añade la nata, la sal, la pimienta y deja cocinar a fuego lento sin tapar durante 5 minutos.