Hervir el jarabe de azúcar. Para hacer esto, disuelva el azúcar en agua y hierva. Agregue la menta y cocine por 2 minutos. Retire del fuego y haga puré en una licuadora hasta que quede suave. Pasar el puré de menta por un colador.
Remoje la gelatina en una pequeña cantidad de agua hervida fría. Cuando se hinche, mézclelo con el puré de menta, póngalo al baño maría y cocine, revolviendo constantemente, hasta que la gelatina se disuelva por completo. Retire del fuego.
Batir las yemas de huevo con el azúcar en un recipiente resistente al calor. Coloque el recipiente en una cacerola llena de agua hirviendo y manténgalo encendido, revolviendo constantemente con un batidor, hasta que las yemas espesen.
Retire las yemas del fuego y colóquelas en un recipiente con hielo. Vierta el vino y continúe batiendo durante 5-7 minutos, hasta que aparezca espuma alrededor de los bordes del recipiente.
Con una batidora, bata la crema, sin agregar azúcar, hasta obtener una espuma espesa. Combinar el puré de menta con las yemas batidas y la nata, mezclar, disponer en moldes y congelar durante 5 horas.