
Cocine el arroz hasta que esté medio cocido. Para ello, vierte agua en una cacerola y ponla a hervir. Añade un poco de sal y vierte el arroz. Revuelve todo una vez. Poner nuevamente a hervir a fuego medio. Cuando el plato empiece a burbujear, retírelo del fuego y enjuague el arroz. Echarlo en un colador y dejar escurrir el agua.

En un recipiente hondo mezcle la carne picada con la cebolla finamente picada. Añade el huevo, la sal y la pimienta al bol y revuelve. Si lo desea, puede agregar hierbas (por ejemplo, perejil). A continuación, coloca el arroz en un bol con el resto de los ingredientes y mezcla bien la mezcla de las albóndigas.

Con las manos mojadas, forme albóndigas con la carne picada resultante. Esto es necesario para evitar que la carne picada se pegue a ellos. A continuación, vierte la harina en un plato plano. Rebozar cada bola en harina por todos lados. Puedes omitir este paso si quieres que el plato sea más saludable.

Calienta una sartén en el fuego. Vierta el aceite vegetal. Freír las zanahorias y las cebollas picadas hasta que estén blandas. Después coloca estos ingredientes en un bol y coloca las albóndigas en la sartén. Puedes utilizar una sartén diferente o utilizar la misma en la que freíste las verduras.

En un recipiente aparte, mezcle la pasta de tomate, las especias, el azúcar, la harina, la sal y la pimienta. Añade agua tibia. Mezclar todo de nuevo. A continuación, añade las verduras enfriadas a la salsa y revuelve bien.

Verter la salsa sobre las albóndigas, añadir la hoja de laurel, poner todo a fuego medio y dejar cocinar a fuego lento con la tapa cerrada. Cuando la salsa hierva, dale la vuelta a las albóndigas para evitar que se quemen y continúa cocinando a fuego lento durante unos 30 minutos hasta que estén listas. Después de esto, añadir sal, pimienta y especias si es necesario. Decorar con perejil o eneldo y servir caliente.