Se sabía que Carlson era un gran fanático de los bollos y los pasteles de crema batida. Pero tampoco rechazó las famosas albóndigas suecas. Tus pequeños invitados también estarán felices con ellos.
Pelar y picar finamente la cebolla y el ajo. Picar las hojas de perejil. Mezcle la cebolla, el ajo, las hierbas, el huevo con la carne picada, la sal y mezcle bien. Enrolle las albóndigas del tamaño de una nuez.
Caliente el aceite de oliva en una sartén grande y fría las albóndigas por todos lados a fuego medio hasta que estén tiernas. Servir con salsa de tomate o mermelada de arándanos rojos.