Pelar las patatas y cortar los tubérculos grandes en trozos. Procura no cortar las patatas demasiado finas. De esta manera perderá más almidón.
Coloque las patatas en agua hirviendo con sal. Dejar cocer hasta que esté listo, unos 40-50 minutos.
Calentar la leche a fuego medio. Reduce el fuego a bajo y añade la mantequilla. Derretir la mantequilla revolviendo constantemente.
Una vez listas las patatas, escurrimos el agua y las trituramos con un machacador. Elija un machacador de madera sencillo o uno de acero inoxidable perforado. Esto hará que el puré quede más aireado. También puedes utilizar un procesador de alimentos, licuadora o batidora para hacer el puré, pero con ellos quedará más viscoso y pegajoso.
Vierta la leche tibia y la mantequilla en las patatas. Vuelve a triturar todo bien hasta que no queden grumos y añade sal al gusto.
Antes de servir, tapar la olla con el puré con un paño y dejar reposar un rato para que la guarnición adquiera la consistencia deseada.