Separar las claras de las yemas.
Batir las yemas con 50 g de azúcar. Batir las claras de huevo a punto de nieve.
Batir la crema hasta que quede esponjosa.
Combinar las yemas, las claras y la nata.
Haga puré las grosellas con el azúcar restante en una licuadora.
Forra el molde con film transparente. Saque la mezcla con una cuchara, alternando entre helado y puré de bayas.
Coloque en el refrigerador durante varias horas.
Retire el molde del congelador al refrigerador una hora antes de servir. Saca el semifrío del molde y córtalo en porciones.