Las uvas causan una asociación estable con el Cáucaso del Norte. Allí se cultiva, se cuida y se mima, se quiere y se sabe cocinar.
Ponga las bayas en una cacerola y caliente a fuego lento hasta que revienten y den jugo. Retire del fuego y cuele. Extraiga el máximo de jugo con un empujador, devuélvalo a la sartén. Retire las pieles.
Añadir el azúcar y el limón con piel (¡sin hueso!), cortados en gajos medianos.
Aumente el fuego a medio y cocine, revolviendo constantemente, hasta que espese. Dividir en 2 bancos. Sellar, voltear boca abajo hasta que se enfríe por completo.