Separar las claras de las yemas. Deje las yemas a un lado por ahora y vierta las claras en un recipiente grande y bata con una batidora o licuadora hasta que se formen picos esponjosos y rígidos. Las claras de huevo bien batidas son blancas y tienen una estructura estable: no se extienden.
Añade las yemas y el azúcar a las claras y mezcla bien.
Tome otro recipiente hondo, vierta la leche en él, agregue la mantequilla y el bicarbonato. Bate hasta que la mantequilla se derrita y se formen burbujas.
Combine los huevos batidos y la leche con la mantequilla. En un recipiente aparte, mezcla la harina con el polvo para hornear y, con cuidado, revolviendo constantemente, viértela en la mezcla de huevo y mantequilla.
Añade una pizca de sal a la masa y vuelve a mezclar hasta que quede suave.
Escurre los dátiles y córtalos en cubos pequeños.
Coloca los moldes para muffins en una bandeja para hornear o en una fuente para horno y vierte la masa en ellos, aproximadamente hasta la mitad, tal vez un poco más.
Añade los dátiles picados a los moldes con la masa y mete los muffins en el horno durante 25 minutos a 200ºC. Comprueba que estén listos con un palillo: si éste sale seco, los muffins están listos.