¡Una delicada nube de nata y brócoli, del color de las tiernas verduras jóvenes, de un agradable sabor cremoso, de preparación rápida y con un mínimo de productos!
Hervir el brócoli en agua hirviendo con sal durante unos minutos hasta que los floretes estén tiernos pero firmes.
Vierta 50 ml de caldo en un recipiente aparte, enfríe un poco y agregue gelatina instantánea de buena calidad, mezcle.
Muele la mayoría de las inflorescencias hasta que estén trituradas, deja algunas para decorar.
Vierta la nata (contenido de grasa 23%) en una cacerola, agregue la yema, bata con un batidor y cocine con agitación constante hasta que espese (¡no hierva!).
Agregue puré de repollo, decocción con gelatina a la crema. Saque al gusto agregando sal, pimienta blanca, nuez moscada rallada, mezcle y caliente a fuego lento, ¡pero no hierva!
Vierta la base preparada en moldes para porciones. ¡Ponga los floretes de brócoli hervidos encima, póngalos en el refrigerador hasta que se enfríen por completo!