Una hamburguesa de pollo es una gran alternativa a la habitual: gracias al ave, y no a la carne en la composición de la hamburguesa, el plato resulta más ligero y tierno. Por cierto, ¡esta opción suele ser muy popular entre los niños! Entonces, en lugar de comprarle a su pequeño inquieto una hamburguesa en un restaurante de comida rápida, dedique un tiempo y ofrézcale a su hijo algo mucho más sabroso y saludable. Tenga en cuenta: recomendamos enfáticamente usar muslo de pollo para la carne picada, porque es más jugoso que el filete de pechuga. Y en este caso, ¡esta propiedad es increíblemente valiosa! De lo contrario, la hamburguesa de pollo se secará y la experiencia de probarla se echará a perder.
Prepara la hamburguesa de pollo picado. Para hacer esto, precongele la grasa de pollo o la manteca de cerdo, luego rállela con un rallador fino en un tazón. Vuelva a colocar en el congelador hasta su uso.
Lave el filete de muslo de pollo y córtelo en cubos pequeños. Pasar la mitad por una picadora de carne con rejilla fina, el resto por una picadora de carne con rejilla grande.
Pelar y picar la cebolla lo más finamente posible. Verter agua fría con sal por encima y dejar actuar 10 minutos. Tirar en un colador. Mezcle la carne de pollo troceada con la yema, la grasa/manteca de pollo y las cebollas.
Salpimente la mezcla y forme 4 hamburguesas. Colocar en una bandeja forrada con papel de hornear y refrigerar por 30 minutos.
Corte los panes de hamburguesa en mitades, cepille la superficie interna de cada uno con mantequilla y fríalos desde el lado del corte hasta que estén dorados en una sartén. Picar finamente la cebolla roja, la mozzarella y los tomates. Lavar las hojas de lechuga y secar.
Calentar una sartén a fuego alto, engrasar con aceite. Freír las hamburguesas por ambos lados, volteándolas tres veces (unos 10 minutos). Divida entre bollos junto con todos los ingredientes preparados. Sirva la mayonesa y el ketchup por separado con las hamburguesas.