Pinche cada baya en 5-6 lugares con un palillo y colóquela en un tazón. Rociar generosamente con ron oscuro, envolver en film transparente y refrigerar durante 2 horas.
Trocear el chocolate, mezclar con la nata y derretir en el microondas.
Con mucho cuidado, tome cada baya por la cola y sumérjala en el chocolate derretido, luego extiéndala sobre una estera de silicona. Deje que el chocolate se endurezca por completo y sirva, sin olvidar advertir que hay un hueso dentro del "caramelo".