En un recipiente hondo, mezcle el requesón, la yema de huevo, la harina, el azúcar en polvo, la sal y la vainilla hasta que quede suave. Forme bolas redondas con un peso aproximado de 50 a 60 g con la masa resultante y forme tortas pequeñas.
Enrolle cada pastel de queso en harina, fríalos en mantequilla derretida por ambos lados hasta que estén dorados.
Transfiera los pasteles de queso a una forma refractaria y colóquelos en el horno durante 2-3 minutos, precalentado a una temperatura de 180 grados.
Sirva syrniki ya preparados con vainillina con mermelada, crema agria o leche condensada.