
Ponte manos a la obra preparando masa de zanahoria. Añade el azúcar y el aceite de girasol en un recipiente hondo y bate con una batidora a máxima velocidad durante 1-2 minutos aproximadamente. Añade un huevo a la vez a la mezcla y bate bien.

En un recipiente aparte, tamice la harina junto con el polvo para hornear. Añade bicarbonato de sodio, nuez moscada y canela. Mezclar todo con cuidado y minuciosidad.

Mezclar el huevo y las mezclas secas. Añade medio vaso de nueces picadas y remueve. La masa debe quedar pegajosa.

Rallar las zanahorias con un rallador fino. Añade a la masa y mezcla con movimientos envolventes, moviendo una espátula o cuchara de abajo hacia arriba. Las zanahorias harán que la masa sea más fina, pero aún así deberá permanecer pegajosa.

Comience a hornear la corteza. Lo mejor es hornear la masa en partes, así se horneará de manera uniforme y no será necesario cortar los pasteles. Pesar toda la masa y dividirla en 3 partes iguales. Vierta la primera porción en el molde y hornee durante 15-20 minutos. Puedes comprobar si está listo con un palillo. Si lo introduces en el pastel, es posible que salgan migas, pero no debe haber restos de masa húmeda.

Sacar el bizcocho del horno y dejarlo reposar un par de minutos. Luego, pase con cuidado un cuchillo entre los lados del molde y el borde del pastel. Sacar el bizcocho del molde y dejar enfriar.

Preparar los pasteles restantes. Lave la sartén, séquela y vierta la siguiente porción de masa. Hornee los tres pasteles restantes de la misma manera. Déjalos enfriar completamente.

Preparar la crema. Utilizando una batidora a máxima velocidad, bata la mantequilla y el azúcar en polvo durante unos 3 minutos, hasta que la mezcla esté suave y esponjosa. Añade el queso y bate la crema durante 3-5 minutos.

Comenzamos a montar la tarta. Untar los bizcochos enfriados con crema, alisarlos y armar el bizcocho. Extiende la crema restante sobre los lados del pastel. Decora la parte superior del pastel con bayas y ponlo en el refrigerador durante unas horas.