Un plato sencillo y sabroso para el desayuno o la cena de todos los días.
Hervir una cabeza de repollo en agua con sal, desmontar en hojas. Las hojas deben hervirse hasta que estén tiernas, pero no demasiado cocidas.
Ponga una rebanada de queso en la hoja.
Enrollar en un sobre.
Empanados en harina, luego en una mezcla de huevos con agua (lezone), luego en pan rallado mezclado con hierbas italianas.
Freír por ambos lados hasta que estén doradas.
Sirva con crema agria o salsa de crema agria. ¡Disfrute de su comida!