La bechamel no tiene que cocinarse con la crema agria habitual. Deja volar tu imaginación: ¡usa yogur! Esta versión más ligera de la salsa complementará perfectamente tanto un plato de verduras simple como platos de carne más complejos.
En una cacerola a fuego medio, bata 4 cucharadas. yo aceite de oliva y 4 cdas. yo harina de trigo. Cocine, revolviendo, durante 1 minuto, hasta que la mezcla comience a formar espuma. Retire del fuego y continúe batiendo durante 1-2 minutos.
Verter, batiendo constantemente, 500 ml de leche fría. Añadir 250 ml de yogur ligero. Ponga a fuego alto y, sin dejar de batir, hierva. Reduzca el fuego a medio y caliente la mezcla hasta que quede suave. Retire del fuego y agregue 60 g de queso rallado. Batir ligeramente. Sazonar con sal y pimienta blanca.