0,5 kg de tomates maduros, pelados y troceados. En una cacerola, saltear el diente de ajo pelado y partido por la mitad en aceite de oliva. Una vez que el ajo se ponga negro, retírelo con una espumadera y deséchelo.
Verter la cebolla picada en el aceite y, removiendo de vez en cuando, llevar a transparencia. Agregue los tomates y la sal. Cierre la cacerola con una tapa y cocine a fuego lento durante al menos 45 minutos, revolviendo ocasionalmente. Por último, añade unas hojas de albahaca picadas.