Separar los huevos fríos en claras y yemas.
Batir las claras de huevo con una batidora hasta que se formen picos suaves, comenzando a baja velocidad y aumentando a alta. Añade el azúcar poco a poco. Batir durante 3 minutos más. La masa debe quedar brillante. Añade la fécula, el vinagre y bate hasta formar picos a velocidad máxima.
Procede a colocar las claras en el molde. Para ello, coge una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Colocar la mitad de las claras con cuidado, formando un círculo de 20 cm de diámetro. Colocar la segunda mitad encima en forma de cúpula. Alise con una espátula. El pastel tendrá una altura de 4-5 cm.
Coloque la bandeja de hornear en el horno. Hornee el postre durante 1,5 horas y no abra la puerta del horno para evitar que el pastel se agriete.
Apaga el horno y déjalo reposar durante toda la noche o un día para que se enfríe. No retires el merengue hasta que hayan pasado al menos cinco horas. Luego pasa el bizcocho a un plato, usando un cuchillo para ayudar a separar los bordes del merengue del papel.
Preparar la crema. Batir la nata, la vainilla y el azúcar hasta que espese o se formen picos rígidos. La masa debe quedar sedosa y suave.
Justo antes de servir, esparce la crema sobre la capa de pastel. Decorar con frutas y bayas. Hacer bolitas de mascarpone.